Nacimiento del Dr. José Gaspar Rodríguez

José Gaspar Rodríguez de Francia y Velasco (Asunción, 6 de enero de 1766-ibidem, 20 de septiembre de 1840), también conocido como el doctor Francia o para los paraguayos de su época como Karaí Guazú, fue un dirigente político paraguayo, considerado el ideólogo y principal dirigente que llevó adelante el proceso de independencia de Paraguay respecto de las Provincias Unidas del Río de la Plata, del Imperio de Brasil y de la corona española, con su fuerte e inusual personalidad, contribuyó decisivamente a la forja de la nación paraguaya.

Dejó a al país un tesoro público enorme, sin ninguna deuda interna o externa. En cuanto a la riqueza personal del «Supremo», esta solo llegaba a 2146 onzas de oro acuñado, 97 pesos fuertes, 181 pesos de plata, que en su testamento donaba a los soldados, al Colegio del Seminario San Carlos, a su hermana Petrona Regalada, etc. Cabe decir que el Dictador nunca recibió su sueldo en calidad del cargo que ocupaba, pues se negaba a hacerlo.

Como gobernante, dejó al país decenas de ricas «Estancias de la Patria» (estancias que eran propiedad del Estado paraguayo, que el Dr. Francia mandó crear y dirigir), con miles de cabezas de ganado, una Marina de Guerra considerable, el parque de guerra (Ejercito), impulsó la escuela primaria, la cual fue obligatoria y gratuita, garantizando un sueldo a los maestros (6 pesos fuertes y una vaca al mes para cada uno). Se otorgó gratuitamente las provisiones escolares a los alumnos, el material de enseñanza e incluso los trajes de los maestros. Hubo entonces 140 escuelas rurales para 5000 alumnos, en un país con menos, entonces, de 200.000 habitantes, con un promedio de 36 alumnos por clase. El Paraguay gozó de la fama de ser el único país en América donde todos sus habitantes sabían «leer, escribir y contar.»

Oficialmente se enseñó en español pero se mantuvo el guaraní, pues el Dr. Francia no quiso «jamás desarraigar el dialecto» por ser lengua materna el pueblo paraguayo, la biblioteca pública, talleres, manufacturas y almacenes del Estado, una enorme cantidad de edificios nuevos y otros bienes nacionales.

Muere a los 74 años, el domingo 20 de septiembre de 1840, a la una y media de la tarde aproximadamente, en medio de «un clamoroso lamento de dolor como si hubiese ocurrido una calamidad nacional». Sus exequias se llevaron a cabo en la Iglesia de la Encarnación.